Perfurelatos: Aurora y El - Moonlight in Heaven, by Kilian


     Moonlight in Heaven (lanzado en abril 2016) y yo hemos llevado una lucha desde el primer olisqueo. Una lucha de amor/odio, de ¿me gusta o no me gusta?, una lucha ganada al final por esta fragancia con aroma de isla paradisiaca. By Kilian ha clavado a la perfección el nombre, porque no se le podría dar mejor nombre a una fragancia tropical que Moonlight in Heaven (Luz de la Luna en el Paraíso). La presentación, al igual que todas las fragancias de by Kilian, es espectacular, con el frasco color azul celeste y su clutch negro.
Source: www.bykilian.com

En cambio, tengo que reconocer que aunque es una buena fragancia, no se levanta a las expectativas que uno tiene para una creación de la señora Calice Becker. Soy una admiradora de esta maravillosa nariz y creo que tiene un talento muy especial, pero con  Moonlight in Heaven me ha dejado confusa.
  Me deja también un fuerte sentimiento de ambigüedad porque al igual que la mayoría de las fragancias del mercado niche es destinada para hombres y mujeres, pero en su caso tiene un comienzo tan fuerte femenino y se va secando tan masculino (el responsable es el vertiver) que me hace pensar: ¿Es para él o es para ella?.

   La fragancia se abre con notas cítricas (grapefruit y limón) envueltas en el olor tropical del coco y del mango, que junto al arroz están casi recreando el olor tropical del ylang ylan, pimienta rosa para darle el toque justo de picardia y se seca en tonos de haba de tonka y vertiver que te hacen soñar con los ojos abiertos a una isla paradisiaca rota de cualquier tipo de realidad. Aguas cristalinas, cocoteros, mangos, la arena más fina del mundo y tú.

   


     Aurora y El   

Source: www.rincondelashadas.com.ar

 Nació una mañana de mayo de una gota de rocío. Se deslizó despacio sobre la hoja de palmera hasta tocar tierra con sus pies de pétalos. Miró a su alrededor. La hierba verde se alzaba hacia el cielo azul. El olor de los cocos, de los mangos y del agua de mar le hacían cosquillas. Los pájaros cantaban entre los árboles altos. Cantaban su llegada. Hace mucho que andaban esperando a alguien como ella. Desde que había caído la última gota de rocío había pasado mucho tiempo, y EL había dejado de ser quien era. La noche no era la misma sin él. El cielo y el Sol le echaban de menos, las estrellas ya no tenian el mismo brillo. 
Le cubrieron el cuerpo desnudo con una orchidea y le lavaron el pelo largo de terciopelo con agua de coco. Sus manos finas de seda tocaban extrañadas el plumaje de los bonitos pájaros. - Donde estoy? Quién soy? - Esto es el paraíso! Esto es el paraíso! Esto es el paraíso... Eres Aurora. Aurora. Aurora... respondieron en murmullos los pájaros. Y ella sonrió. Sabía porque había nacido. Poco a poco la noche cayó y la oscuridad hizo su aparición. EL también salió, de malas ganas, las estrellas le habían implorado que saliese. Y en cuanto la vio ahí, en medio de la isla, a su bella Aurora, su luz volvió a iluminar la noche. 


EL - La Luna, volvió a ser el mismo de siempre.

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