Evil's out

 I'm not familiar with the smell of Rouen Cathedral's interior, but i remember that, in 2018 while at Esxence, Cécile Vialla, one of the Maison de Parfum Berry' owners, mentioned that Anatole Lebreton created it based on "enfleurage" of samples recollected of the cathedral's stones. Cathédrale de Rouen translated into fragrance is Grimoire's younger self - cleaner, less brawny, more transparent and ethereal.

Warm and baroque, the fragrance isn't as "large" as its architectural other self, it is rather intimate and it suggests a spiritual connection between humanity and whatever its source of energy is. It doesn't ring the bells on a Sunday morning, it calls for calmness of spirit instead. 



Cathédrale de Rouen's serene effect is hypnotic and transports unwittingly to unworldly spheres, exorcising one's demons. Its core is crossed by resins that emanate their citrus and terpenic nuances into dusty stones bathed for centuries in fog and moss and incense. Its composition battles in the middle of being austere, antiseptic and bitter or warm, always behaving like an affable and agreeable companion. 

Silences carved in old stone walls. Evil trapped in holy water on the bottom of a silver stoup. 

Because sometimes it is important to have an extramundane moment, without cultural or social pressure, to remember a simpler life, when the best time was free of worries.


Esp. No estoy familiarizada con el olor del interior de la Catedral de Rouen, pero recuerdo que, en 2018, mientras estaba en Esxence, Cécile Vialla, una de las propietarias de Maison de Parfum Berry, mencionó que Anatole Lebreton lo creó a partir de "enfleurage" de muestras recolectadas de las piedras de la catedral. Cathédrale de Rouen traducida a fragancia es el yo más joven de Grimoire: más limpio, menos musculoso, más transparente y etéreo.

 Cálida y barroca, la fragancia no es tan "grande" como su otro yo arquitectónico, es más bien íntima y sugiere una conexión espiritual entre la humanidad y cualquiera que sea su fuente de energía. No suena las campanas un domingo por la mañana, sino que llama a la calma del espíritu.

 El efecto sereno de Cathédrale de Rouen es hipnótico y transporta sin saberlo a esferas sobrenaturales, exorcizando los propios demonios. Su corazón está atravesado por resinas que emanan sus matices cítricos y terpénicos en piedras polvorientas bañadas durante siglos en niebla y musgo e incienso. Su composición batalla entre ser austera, antiséptica y amarga o cálida, comportándose siempre como un compañero afable y agradable.

 Silencios tallados en viejos muros de piedra. Mal atrapado en agua bendita en el fondo de una pila de plata.

 Porque a veces es importante tener un momento extramundano, sin presiones culturales ni sociales, para recordar una vida más sencilla, cuando la mejor época era libre de preocupaciones.


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