Delito o despropósito?
¿Cuáles son los entresijos de Roberto Greco, famoso fotógrafo y apasionado del mundo de la perfumería, que en 2017 decidió fundar su propia marca de perfumería?
La escasa distribución de la línea, limitada a 500 botellas en cada edición, es una de las mejores estrategias de marketing para captar la atención y producir anhelo.
El enfoque minimalista de las botellas y del embalaje, reflejando una belleza sin ornamentación y decoración excesivas, dejando lugar a lo que es realmente importante, las fragancias. La curiosa interpretación fotográfica de cada fragancia, recreada a través de imágenes pixeladas que dejan espacio para la imaginación. Pero Roberto Greco se luce en la exquisitez de las composiciones, creadas en colaboración con perfumistas de renombre internacional, tal como Marc-Antoine Corticchiato, Rodrigo Flores-Roux y Christopher Sheldrake. Roberto Greco, como marca, representa la plasmación de la belleza artística que puede conseguir un creador fuera del medio comercial.
Una de las primeras ideas que transmiten L'Œillères, Porter sa Peau y Rauque es la de libertad creativa, la proclamación de la singularidad, la ruptura de las formas y de las normas impuestas por la perfumería tradicional. La disconformidad con las reglas (escritas y no escritas) de un mercado que quiere imponer la cultura banal del arte.
Las tres fragancias que componen actualmente la línea se caracterizan por una carga olfativa y emocional bastante pesada, que se libera y florece a través de cada molécula rociada sobre la piel.
Magnificencias sin semejanza.
Más que una segunda piel, Porter sa Peau es un himno. Se derrite y fluye sumisa, se abandona enteramente en las carnes de su portador. Refleja la aceleración de la naturaleza en primavera, tallos rígidos, verde amargo, flores crujientes e impurezas, todo a la vez.
Suave y elegante en su costado floral - dominado por narciso, misteriosa a través de la leve tensión animálica.
Una fragancia madura y con cuerpo, profunda y embriagadora como la flor de la noche. Obra maestra de carácter andrógino, Porter sa Peau envuelve. Eriza. Seduce.
La fragancia posee un ritmo y crea una visualidad que te mantiene hechizado hasta el final, sin permitir en ningún momento la desconexión.
Un clásico floral atemporal caracterizado por una nobleza insólita. No puedo decidir si limitar a 500 botellas este precioso elixir es un delito o simplemente un despropósito.
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